domingo, 13 de julio de 2014

Ésto no es Brasil


Brasil se despidió del Mundial, humillado, abucheado y como el equipo más goleado de toda la competición. Scolari colocó un equipo con caras nuevas para enfrentar a Holanda. Willian, Maxwell, Ramires y Jo fueron las novedades en el once del “Scratch”.  Van Gaal decidió repetir el mismo equipo que cayó eliminado frente a Argentina, con la única ausencia de Wesley Sneijder quien se lesionó en el calentamiento del partido. En su reemplazo jugó el ex Villarreal Jonathan de Guzmán.

Onces del encuentro (sharemytactics.com)

Lo de hoy fue la consecuencia de la goleada frente a Alemania. Brasil parecía un fantasma en un estadio que los chifló de principio a fin. La pesadilla volvió a iniciar, pero esta vez por culpa de un error arbitral. En el minuto 2, Robben escapó de Thiago Silva y éste no tuvo más opción que derribarlo. Era falta fuera del área. El árbitro debió cobrar tiro libre y expulsar a Thiago. Pero Djamel Haimoudi sancionó penal. Van Persie remató y marcó el primero del partido. Las caras de decepción en todo el estadio no tardaron en aparecer.

Brasil lo intentaba con más ganas que fútbol y Holanda esperaba para contragolpear. Al minuto 16, De Guzmán centró desde la derecha y David Luiz rechazó al centro del área, algo imperdonable para un central de su trayectoria.  Blind recibió el balón y fusiló el arco brasileño. El partido llegaba a su fin, no por tiempo claro está, pero si por las caras de impotencia de Thiago Silva, Luiz Gustavo y compañía.  

Holanda se paseaba por el césped y los brasileños peleaban cada balón para tratar de lavar su pobre imagen. Cillessen fue un espectador más durante todo el partido. El único que lo intentó con más cabeza que corazón fue Oscar, quien a través de la pelota quieta quiso inquietar al arquero holandés, pero no tuvo éxito.
El segundo tiempo fue un trámite pasado por faltas de los brasileños. El tercer gol llegó en el ocaso del partido por intermedio de Wijnaldum, de gran partido. El mundo nunca olvidará esa lamentable imagen de Brasil. Un equipo sin ideas, sin brillo y que tuvo que acudir a faltas descalificadoras para evitar una goleada. 

Brasil intentó dar la cara con ofensivas, pero Holanda acabó matando a la contra


El Mané Garrincha fue testigo del decepcionante final de lo que empezó como una película de amor y finalizó con escenas de terror y de duelo. El propio Garrincha se debe sentir avergonzado allá dónde esté.   

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